lunes, 15 de noviembre de 2010

El Mundo de Mythos

Os doy la bienvenida a un misterioso Universo en el que la Magia, las Energías, el Culto de lo Ancestral, el poder de la Luz y la Oscuridad y el regreso del Ser Íntimo del hombre se conjugan en una apasionante historia de Valentía, Honor, Lealtad y Nobleza que encarna un carismático personaje: el guerrero llamado Mythos...

El Mundo en el que se encuentra Mythos es un lugar en decadencia, un cultivo para que la negrura se adhiera a todo aquello que rodea a nuestro héroe. Es un lugar en el que ahora, a diferencia de antaño, han desaparecido los valores y las creencias; lo que fue revelado en el origen, la verdadera sabiduría del espíritu ha sido relegada al olvido más profundo.

En este contexto de caos absoluto pero tomado como una normalidad para el día a día, es cuando llega hasta la consciencia de Mythos esa llamada, esa señal de alerta avisando de que algo no iba bien. En este punto es donde ocurre el inicio del relato, donde el personaje va a comenzar su camino, aquel que le llevará finalmente a transformarse en un héroe; en nuestro héroe...

Durante mucho tiempo y desde que la sabiduría fuese legada a la conciencia del Mundo, sólo hubo una creencia que dio como fruto una tradición, compartida tanto por el sexo masculino como por el femenino, simbolizado cada uno por un Sol y una Luna respectivamente, llegándose a hablar de dos tradiciones diferenciadas con un mismo nexo y objetivo: la Tradición del Sol y la Tradición de la Luna. 

Sí,en efecto, como bien podéis ver, esto no es más que una breve pincelada de lo que es la antigua religión y la tradición Celta. EL Mundo de Mythos es en origen un lugar de culto a los Dioses de la Tierra, regido absolutamente por la conjunción de los Cuatro Elementos y la naturaleza, en el que las energías tanto positivas como negativas son manifiestas al cien por cien. En realidad y como todos sabéis, la antigua religión, la religión de la Tierra Sagrada es la primigenia del mundo, por lo que es perfectamente encajable en la idea de la Sabiduría en el Origen, a la vez que otros muchos conceptos, ya que la historia de Mythos no es más que una alegoría de lo que verdaderamente se narra entre las líneas de Las Tinieblas del Guerrero.


Pero en la faceta de aventura estrictamente hablando hay un intento de recuperar esa sabiduría y volver a "evangelizarla" de nuevo por parte de los pocos que aún quedan repartidos a lo largo y ancho del Mundo, encontrándose entre ellos los padres y hermanos de Mythos. Al recibir noticias de lo que estaba ocurriendo, tienen instrucciones expresas de dirigirse a un milenario lugar denominado "La Ciudadela de los Antiguos", para "resucitar" la tradición y extenderla universalmente. Este místico lugar, apartado de todo, situado entre grandes sistemas montañosos, es una ubicación de abundante poder, un emplazamiento que en el inicio sirvió de aposento para las gentes que eran los regidores de la antigua religión, el corazón del Mundo; es núcleo del poder energético y el último bastión que resiste ante la oscuridad.


El fundador, o mejor dicho el líder por llamarlo de alguna manera entre los que fundaron la Ciudadela, fue auel al que llamaron Oren. Éste presidía el Consejo de los Doce, era un Ser especial, y trajo a este mundo junto con los Doce Miembros de Consejo el Arca que albergaba a Sagrado y la Sabiduría Ancestral implícita en un manuscrito que Mythos lega a su madre Ariel, junto al León Universal.

Cuando la oscuridad penetra en el Mundo, el Arca conteniendo a Sagrado desaparece y con ella los Cuatro Caballeros Custodios que representan a cada uno de los cuatro elementos y que la guardaban en el interior del Templo de la Luna; el único que podía abrir las puertas del templo era Mythos, pues es el Custodio de Sagrado y representa a la Naturaleza, más tarde la mismísima Quintaesencia. Éste es el momento en el que el caballero Mythos comienza su andadura, su camino de progreso interior, tiene un encuentro con el ente y de alguna manera le revela unos axiomas para que pueda iniciar el camino si así lo elige; para ello es necesario despojarse de la armadura, momento a partir del cual la normalidad es tan sólo un concepto, al igual que el Tiempo y el Espacio.